Economía - Sobre los Datos del Paro de Agosto

Algunos Apuntes

Ayer conocimos los datos del paro del pasado mes de agosto y, la verdad, tengo que reconocer que me sorprendieron gratamente (de forma moderada), porque en términos de empleo, para referirse a dicho mes los economistas siempre hacen alusión al llamado "mal de agosto" por los paupérrimos datos que suele ofrecer el mismo en dicha materia. Como siempre, a los políticos les ha faltado tiempo para sacar conclusiones precipitadas, para bien o para mal, al respecto. Por mi parte, procedo, como habitúo a señalar los datos para que cada uno saque las suyas, así como dejo algunas pinceladas finales con reflexiones propias.

El número total de personas apuntadas al INEM se ha reducido en el mes de agosto en 31 personas, cifra ridícula, pero que significa la mejor desde el año 2000 en términos de empleo. Lo interesante, en cualquier caso, al igual que se señalaba en este post al hablar del dato de julio, es la cifra en términos desestacionalizados. Pues bien, quitando el efecto verano, vemos que el paro se redujo el pasado mes de agosto en 13.700 personas. En los 8 meses del año ya son 5 los meses en los que el desempleo en términos desestacionales se reduce, circunstancia que no se producía en nuestro país desde que comenzó la actual coyuntura.

Los datos de la Seguridad Social nos muestran una realidad menos bonita. Hay 99.069 cotizantes menos que en julio. Esta cifra, pese a todo, es la mejor desde el año 2005, ya que debido al efecto verano, agosto es un mes en el que la cifra de afiliados a la seguridad social tiende a bajar. Pese a todo, la cifra de ocupados, 16.285.011 personas, es la más baja desde el año 2002, justo cuando comenzaba el boom inmigratorio en nuestro país.

El que haya 99.069 afiliados menos a la seguridad social y el paro se reduzca en 31 personas, se explica fundamentalmente por el efecto desánimo, que hace que mucha gente deje de buscar trabajo a través del INEM, la emigración de parte de la población activa en búsqueda de empleo en otros lugares más allá de nuestras fronteras, e incluso el incremento de parados de larga duración que pierden el derecho a prestación. En cualquier caso, todo indica, a falta de conocer los datos de la EPA del tercer trimestre, los cuales serán públicos en octubre, que la destrucción de empleo se está frenando, aunque la mala noticia es que aún no se crea empleo y que los que se crean son precarios, ya que el 94% de los nuevos contratos son temporales.

Mi sensación, y es sólo una opinión que podré completar con la EPA, es que la economía se está estabilizando más rápidamente de lo previsto. Los datos de la eurozona del segundo trimestre así lo atestiguan pero, además, en lo que respecta a nuestro país, más allá de datos macro muy alejados de la realidad diaria de las empresas (véase la prima de riesgo), nos encontramos con que las compañías vinculadas al sector turismo o las empresas exportadoras (con especial hincapié a las agroalimentarias y a las fabricantes de bienes de equipo), perciben que sus ventas orgánicas (u ordinarias), dentro de unos niveles aún muy deprimidos, comienzan a comportarse algo mejor de lo previsto. En paralelo, el indicador PMI que mide el estado de una economía en virtud de datos reales de las empresas más representativas de un país, ha superado en nuestro país, por primera vez desde el año 2011, los 50 puntos en el sector servicios y manufactureros. Cuando se supera dicho umbral, la economía está creciendo. Por debajo significaría que se está contrayendo. A tenor de los datos de agosto, España está saliendo de la recesión. En paralelo, BBVA ha señalado hoy que la economía española podría crecer un 1% en 2014, lo cual, tal y como se veía la cosa hace unos meses, es mucho. 

Pese a todo, y como apuntaba el otro día en un magnífico artículo Santiago Martín, socio fundador de Axsesor, lo último que se recupera tras una crisis es el consumo y el empleo, porque ambos tienen que ver con dos aspectos. Por un lado, la renta disponible, y por otro con la confianza de los diferentes agentes en la evolución de la economía. Respecto al primer punto, el aumento del ahorro en nuestro país (todavía en unos niveles pobrísimos), me hace pensar que no estamos tan lejos de que la renta disponible mejore ligeramente, por cuanto comienza a haber familias con capacidad de ahorrar. Estos datos son coherentes con los que señalaban hace unos días que éstas siguen con su proceso de desapalancamiento y ya se encuentran a niveles de marzo de 2007. Aún así, siguen existiendo muchas sombras por despejar en nuestra economía. Entre ellas el paro, que sigue siendo la principal preocupación de los españoles. Aunque la confianza del consumidor sea un poquito mayor que en los últimos meses a tenor de las encuestas, todavía estamos lejos de recuperar la alegría. Hace un año, en agosto de 2012, la confianza del consumidor se situaba en 41,6 puntos, hoy se sitúa en un interesante 83,7, si bien es cierto que son los 100 puntos los que marcan la diferencia entre una percepción favorable y optimista y otra pesimista. En Agosto de 2013 la confianza del consumidor subió 5,3 puntos, lo que hace intuir que el ánimo mejora, pero que todavía falta un trecho para que la percepción cambie del todo.

Además, las permanentes dudas sobre nuestra banca y su incapacidad para hacer fluir el crédito, así como la parte de ajuste que falta por hacer en administraciones públicas y sectores como el inmobiliario, no ayudan a recuperar la confianza. No se crean puestos de trabajo, y los que se crean son de baja calidad, porque aún no se ven las cosas del todo claras. Es por ello por lo que entre otras cosas, he defendido la creación del contrato único aún cuando éste tenga también sus contras.

Así pues, pese a todas las sombras y retos que tenemos por el camino, yo quiero creer que las cosas están un poquito menos mal que hace unos meses. El dato desestacionalizado del paro de agosto ha sido mucho mejor de lo que yo pensaba. No me canso de decir lo que apuntaba Keynes: aunque nuestros políticos no den una, los mercados se terminan ajustando, pero cuando lo hacen por sí solos, terminan generando un sufrimiento social insoportable. Lástima que en la UE casi nadie se haya percatado de ello, porque, en definitiva, y como también decía Keynes, a largo plazo todos estaremos muertos.Ojalá que esta vez sea la buena.

Comentarios

Fernando López ha dicho que…
Si es cierto que se nota una mejoría, pero aún es tan débil que se corre el peligro de recaer otra vez, lo que ya nos dejaría muy agotados. Estupendo análisis.

Un abrazo
Fernando ha dicho que…
Mil gracias, Fernando, por pasarte y por tus palabras. La verdad es que estos días no me he podido dejar caer por aqui. Disculpa que haya tardado en responder!

Estoy muy de acuerdo contigo, hay indicios, aún muy débiles, y que tardarán en palparse en la economía real, pero si ya no se habla de la prima de riesgo, o se habla para bien, si los institutos y organizaciones comienzan a cambiar a mejor sus perspectivas, e incluso ya no se habla de España siempre para mal, como hasta hace poco sucedía, creo que poco a poco el ánimo de la gente comenzará a ser otro. Somos un gran país, lleno de grandes personas y de un profundo carácter alegre.

Un fuerte abrazo

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