Economía - ¿Necesita España un Rescate?

Ideas para días de vértigo

Menudo día. Cada vez que abría en mi explorador de internet las noticias económicas de los principales diarios en su edición digital, la cosa se iba poniendo más fea. La prima de riesgo no dejaba de subir ni la bolsa de caer. El silencio de Rajoy no ayudaba precisamente a tranquilizar la situación. Realmente estamos en una situación límite, como lo estuvimos en 2010, pero con el agravante de que la gente no termina de comprender el por qué la cosa no tiende a calmarse si realmente nuestro gobierno está anunciando medidas francamente duras para el ciudadano medio. 

La explicación no es sencilla del todo, ya que los componentes psicológicos de las personas y los escualos sin escrúpulos que habitan los mercados aprovechan estas aguas revueltas para hacer de las suyas. Sin embargo, aquellos que hayáis seguido con asiduidad este blog, encontraréis en algunos de mis post antiguos algunas respuestas que pueden aportar algo de luz para comprender lo que está sucediendo. Concretamente en el que sigue siendo la entrada más popular de este blog "¿Cuándo saldrá España de la crisis?" podréis encontrar varias de ellas. Cinco son los aspectos apuntados que para mi siguen estando vigentes, por mucho que el gobierno haya tratado de meterles mano en sus primeros 100 dias al frente de la nación. Recapitulemos: Reordenación del sector financiero, reordenación del sector inmobiliario, desapalancamiento del sector privado, consolidación de las cuentas públicas y reforma laboral. ¿Qué ha pasado desde las elecciones del pasado 20-N?

1) Reordenación del sector financiero: Vamos con muchísimo retraso en esta materia. Esta cuestión la tenía que haber dejado resuelta el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, e incluso reconozco haber sido de los ingenuos que creyeron que con la salida de Bankia y Banca Cívica a bolsa, la cosa estaba encarrilada. Nada más lejos de la realidad. Nuestros bancos seguían acumulando mierda en sus balances para aburrir. Creo que el plan del Ministro De Guindos va bastante bien tirado, aunque aún quiero saber si realmente no nos va a costar un Euro a los contribuyentes como se dijo. ¿Cuál es el problema entonces? Realmente dos. Uno, que, efectivamente, la reordenación de nuestro sector financiero va con mucho retraso y eso genera desconfianza. Y dos, que ya hay voces que apuntan que el plan se va a quedar corto. Open Europe ya ha apuntado que hará falta más dinero para sanear a nuestra banca. El Gobernador del Banco de España también ha dejado caer algo parecido hoy, matizando que sólo sería en el caso de que la cosa empeorara. Algunos gobiernos, según apuntaba hoy el diario El Mundo, estiman que nuestra banca podría necesitar no 50.000 millones de euros, sino 100.000 millones.La percepción, sobre todo a nivel europeo, es que nuestra sector financiero está muy tocado. Sin un sector financiero sano, no habrá recuperación, y sin recuperación España no podrá hacer frente a su deuda.

2) Reordenación del sector inmobiliario: Realmente este punto va de la mano al anterior. La compra - venta de viviendas está en caída libre, lo cual incide a la baja en el precio y ello obliga a la banca a dotar aún más provisiones, por cuanto su "basura" vale incluso menos de lo que se pensaba, y eso teniendo en cuenta que hay estudios que apuntan que nuestras entidades tienen valorados en 30.000 millones de euros activos inmobiliarios que valen literalmente cero. Soy moderadamente optimista respecto al ajuste del sector. Hay quien apunta que para el 2014 los precios podían haber tocado suelo e incluso quién señala que con el plan de De Guindos comienza a apreciarase una bajada de los precios a mayor velocidad que la que se había producido hasta la fecha. Aún así, hasta que no sepamos dónde estamos realmente, las dudas sobre nuestro sector financiero persistirán y ello incidirá en lo expuesto en el párrafo anterior.

3) Desapalancamiento del Sector Privado: Hasta la fecha es la condición que mejor se está cumpliendo A la empresa no le queda más remedio, por cuanto no hay financiación para nuevos proyectos. A las familias tampoco. En tanto en cuanto vayan pagando sus hipotecas y no se concedan otras nuevas, el endeudamiento medio de nuestra ciudadanía tenderá a disminuir. Los últimos datos señalan que ya estamos al nivel del año 2007, sin embargo seguimos teniendo un sector privado excesivamente apalancado. Y lo que es peor, dicho apalancamiento ha venido financiado por el sector exterior. Un default de nuestro sector privado pondría en peligro el cumplimiento de nuestros bancos con los bancos de fuera. Nuestro riesgo país no está disparado sólo por el sector público, sino también por el privado. Además, en tanto en cuanto nuestras familias y empresas tengan que destinar buena parte de sus ingresos al pago de su deuda, el consumo seguirá por los suelos, lo que dificultará la recuperación económica.

4) Consolidación fiscal: Realmente no queda otra. Para que entendamos la magnitud del problema, expongo una serie de datos que son llamativos. El pago de los intereses de nuestra deuda actual supondrá la friolera de 28.848 millones de euros, unos 43 millones de euros más que la prestaciones por desempleo en un momento en el que nuestro paro alcanza cotas inimaginables hace apenas unos años. El pago de nuestros intereses ya supone la segunda partida más importante de los presupuestos generales del estado. 

Se supone que la presentación de los presupuestos generales del estado debían ayudar a templar los ánimos, por cuanto nuestro gobierno iba a presentar los números más austeros de la democracia. Y realmente ha sido así, pero sin embargo, la percepción desde fuera no ha sido todo lo positiva que nuestros políticos esperaban. Hay varias causas que explican este hecho.

En primer lugar, más allá de nuestras fronteras hay algo más que escepticismo respecto a la voluntad de nuestros dirigentes autonómicos para reducir el déficit, así como también se duda de la capacidad del gobierno central para meter en cintura a aquellos. Basta recordar que en el año 2011, cuando las presiones desde Bruselas eran evidentes, no se logró reducir el déficit respecto al 2010. Alguno ya sabéis lo que pienso en este sentido. Vamos camino de tener españoles de primera y de segunda en función del buen hacer de nuestros dirigentes autonómicos, y eso es lamentable. Suscribo en parte lo que ha dicho hoy Esperanza Aguirre.

En segundo lugar, como apuntaba el Financial Times, los recortes son desconcertantes. Como apunta un gran empresario al que conozco personalmente, la diferencia entre inversión y gasto es de primero de carrera. El I+D+i, la educación, la sanidad o las infraestructuras, son inversiones, por cuanto mejoran la calidad de vida de las personas e inciden en la productividad de una economía. Otra cosa es, y estamos de acuerdo en ello, que a las inversiones hay que exigirlas un mínimo de eficiencia y rentabilidad, así como que en nuestro país hemos vivido por encima de nuestras posibilidades en ese sentido. Pues bien, la inversión pública en I+D+i cae un 25% en los presupuestos generales del estado. La inversión en infraestructuras un 22% y la asignación para los programas de investigación un 34%. Me reservo mi opinión respecto a los 10.000 millones adicionales en sanidad y educación hasta saber si realmente se van a eliminar duplicidades o se va a resentir la calidad de ambos. Por el contrario, el gasto corriente no se ve tan afectado. Hoy en día España tiene más funcionarios que autónomos y eso es insostenible. La congelación salarial perjudica al buen funcionario, que los hay y muchos, y favorece al mediocre, que también los hay. No es razonable que el ajuste de los puestos de trabajo se haga sólo vía sector privado y que nadie se haya tomado en serio el exceso de burocracia, las duplicidades y el exagerado gasto de los parlamentos y televisiones autonómicas, por ejemplo.

En tercer lugar, nuestra fiscalidad no hay quién la entienda. El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero permitió vía deducciones que los pagos vía Impuesto de Sociedades de las grandes compañías de nuestro país pasasen de 45.000 millones de euros en el año 2007 a algo más de 16.000 millones en el año 2011. De acuerdo que entre medias hemos vivido una crisis económica de órdago, pero ¿soy el único al que le parece un escándalo? Consideraciones morales al margen, la idea de la Amnistía Fiscal tampoco genera mucha confianza más allá de nuestras fronteras. Es cierto que en Italia y Alemania funcionó y que se recaudaron 5.600 y 4.000 millones de euros respectivamente, pero también han existido casos de fracasos sonoros. No hay un consenso generalizado sobre la idoneidad de la medida, si bien Pascal Saint-Amans, Máximo reponsable de la lucha contra el fraude fiscal de la OCDE afirmaba el pasado fin de semana que en el caso de España esta medida estaba justificada. Europa quería que se subiera el IVA, aspecto que creo hubiera sido la estocada definitiva a nuestro consumo.

En cuarto y último lugar,  España ya está pagando un mayor precio del previsto en los presupuestos para financiarse. La prima de riesgo ha superado hoy los 430 puntos básicos y la rentabilidad del bono a 10 años el 6%. Nuestro país vuelve a estar entre los 10 con mayores probabilidades de "Default" y las subastas del tesoro, tras un inicio prometedor, vuelven a las andadas, colocando menor deuda de la prevista y a mayor coste.

Estos cuatro puntos ponen en duda la capacidad del gobierno de cumplir con el objetivo de déficit marcado por Bruselas, lo cual no deja de incrementar la presión sobre nuestra prima de riesgo, por cuanto, de nuevo, se pone en tela de juicio nuestra capacidad para cumplir con futuros vencimientos de nuestra deuda.

5) Reforma del Mercado Laboral: Ya dedicamos un post entero a la misma en este blog. Veo luces y sombras, por cuanto no se ataca al problema de la dualidad del mercado laboral, causante de la actual precariedad, aunque reconozco avances significativos en pos de la una mayor flexibilidad que permita que nuestro mercado laboral no se ajuste sólo vía puestos de trabajo. Como apuntaba José Luis Leal el pasado domingo en El País, desde fuera se estima que España podría comenzar a crear empleo el segundo trimestre del año que viene. Hasta la fecha, se decía que nuestra economía, creciendo por debajo del 2,5%, era incapaz de generar puestos de trabajo. Con la reforma hay quién apunta que esta cifra podría reducirse considerablemente. Tiempo al tiempo, por lo tanto, pero no parece que este aspecto sea el que más preocupe más allá de nuestras fronteras.

Existen, por último, otras cuestiones que no ayudan precisamente a templar los ánimos. La situación de la bolsa, por ejemplo, la cual se supone que es un indicador adelantado de la actividad economica. Mientras que Wall Street ya ha recuperado todo lo perdido desde que comenzó la crisis, el IBEX está en algo menos de 7.600 puntos, cuando antes de la caída de Lehman Brothers llegó a estar en 14.000. No voy a ser oportunista. Hace tiempo que creo que en tiempos convulsos la bolsa no vale como indicador económico, pero sí me parece representativo respecto al estado de ánimo de los inversores. En lo que a nosotros respecta, parece obvio que está por los suelos.

Como se apuntaba hoy en un artículo muy interesante publicado en El Mundo titulado "Diez razones para la inquietud", se nos acaba la munición. El Gobierno ya ha anunciado buena parte de las medidas que piensa implementar y ello no ha tranquilizado a los mercados. Algunas por lo expuesto en estas líneas. Tenemos muy poco margen de actuación. La descoordinación de nuestros políticos, las eternas dudas sobre Atenas y la complicada situación de la eurozona tampoco ayudan.

Hace unos días Mario Draghi, máximo responsable del BCE apuntaba que los mercados todavía "esperaban más" de las medidas tomadas por nuestro gobierno. En tanto en cuanto el BCE ha estado comprando deuda de los países periféricos, nuestra prima de riesgo y los precios de las subastas del Tesoro han experimentado una importante mejoría. Lo acontencido en los últimos días me hace pensar que el BCE ha dejado de comprar deuda como toque de atención. El enfermo, esto es, España, sigue precisando respiración asistida, y mientras siga siendo así, mientras las medidas adoptadas no vayan surtiendo efecto, me temo que vamos a asistir a un rescate tácito en el que Bruselas nos va  a marcar buena parte de las reglas del juego, como viene haciendo de un tiempo a esta parte. Preocupante como mínimo.




Comentarios

Pedja ha dicho que…
Fantástico post Ferra, aprendo me informo cada vez que me paso por aqui. Un único pero un tanto oportunista por mi parte. España tiene una tasa de funcionarios por debajo de la UE. En los países nórdicos, donde mayor es la proporción, más rica es la sociedad. Que haya más funcionarios que autonomos en España se puede deber a uchos factores, entre ellos, el que en nuestra cultura, a diferencia de la anglosajona, no se prima el espíritu emprendedor.

Ya te digo que es un pero oprtunista, y un tanto subjetivo... ya me entiendes. Enhorabuena y gracias por este maravilloso post, un abrazo
Germán Gijón ha dicho que…
Felicidades de nuevo, Fernando. Al igual que Pedja, también me paso por aquí para informarme de forma clara y concisa.
Yo sí soy de la opinión de devolver competencias autonómicas, pero no sólo eso: me gustaría que se impulsase en esta sociedad un profundo análisis sobre la idoneidad del estado autonómico porque este dista mucho del federal. Imagino que lo que esperan los mercados es una demostración firme de que el gobierno es capaz de controlar el gasto autonómico a pesar de las llamadas a la rebelión de algunos. Desde luego, hay muchos otros factores pero es bueno que comience a abrirse el melón de las autonomías y deje de ser este un tema tabú.
Un abrazo.
Fernando ha dicho que…
¡Hola Pedro! Millones de gracias por pasarte, como siempre, y por tu comentario.

Estoy de acuerdo contigo y creo, releyendo el post, que mi afirmación era susceptible de mayores explicaciones por mi parte. La diferencia cultural explica en buena medida la ausencia de emprendedores, como bien apuntas. Y tambien es cierta la relación que señalas entre funcionarios y nivel de vida en los países nórdicos.

El apunte que falta por mi parte es el de la estrucura empresarial española y el elevadísimo número de autónomos empresarios con dos o tres empleados. Se puede ver el vaso medio lleno o medio vacío. ¿Faltan emprendedores o tenemos un número de funcionarios que no nos podemos permitir? Imagino que en el medio está la virtud.

Que sepas que cuando apuntaba que conozco excelentes profesionales en la administración, el primero de la lista eras tú, Pedro.

Un fuerte abrazo
Fernando ha dicho que…
Germán, millones de gracias por pasarte y por tu cmentario. Me emociona saber que este blog os sirve como fuente de información. Gracias de corazón.

El debate autonómico debe abrirse. No conozco tan en profundidad ni sus números ni su financiación para poder ser categórico en este aspecto, pero hay una cuestión que es de manual: si no se pueden pagar a los proveedores, si el período medio de tiene al infinito en algunas administraciones territoriales, está claro que es porque el modelo falla en algún punto.

El problema es que este debate, que debiera ser económico y pragmático, se tiñe de nacionalismos y otras cuestiones que creo están fuera de lugar ante la actual coyuntura, la cual a mi me parece de emergencia nacional.

Un fuerte abrazo

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